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viernes, 23 de octubre de 2015

Reimpronta 1.

Suspendidos en el cosmos este pequeño yo de doce años y yo mismo de cuarenta. Dandole todo mi apoyo, limpiando recuerdos, uno en particular que quedó improntado donde todo lo que quería hacer quedaba a medias por: "eres un cuatrero mediocre", esto estaba insertado como un virus, un virus de arranque, incrustado como una parte mía, asimilado quimicamente, la resistencia aparecía al querer limpiarlo.
Ya trabajado, limpio, moviendo a este pequeño yo a un lugar que el quisiera, me pide mover la silla en medio del cosmos, se ve el vacío, las galaxias, miles de estrellas, miles de soles lejanos, millones de sistemas y millones de posibilidades.
-en este tiempo que hemos trabajado me contastes que se puede cambiar el pasado a traves del presente para invocar un futuro. Me contaste que tienes cuarenta años y que querias cambiar estos recuerdos porque te seguian molestando.
-si a veces siguen ahi, frases y conversaciones, aparecen cuando quiero ir en una dirección, cuando quiero hacer algo, son como un recordatorio, que me vuelven al principio, como esos juegos de ludo donde lanzas el dado y donde caes en un espacio que te devuelve o te hace perder.
-si te entiendo, te doy las gracias, porque puedo ver el cariño y todo lo que me quieres, siento tu cariño.
- ¿como lo sientes?.
- en la preocupación, ¿tienes hijos?, o sea, ¿más adelante voy a tener hijos?
-si dos uno tiene tu edad y el otro más pequeño tiene cuatro.
-¿y como eres como papá?
-Creo que buen papá, queda mucho que crecer como papa tambien, los hijos crecen y uno debe ir creciendo con ellos también. Pero trato de no perderme nada, de estar con ellos y que sepan que estoy para ellos.
-me dan ganas de preguntarte, ¿si tambien te queda mucho por crecer, podría venir ese otro desde el futuro que ya creció, a guiarte a ti tambien?
-sí claro, todo está pasando aquí y ahora.
-me gustaría conocerlo, saber quien es el que ya llegó, la parte que más podría admirar de mi vida.
-ahora me es dificil imaginarmelo a mí.
-¿por qué? , ¡trata!
Entonces cierro los ojos, coloco una silla frente a la silla de este pequeño. Vuelvo la conciencia a la música y me dejo llevar unos minutos.




¡Vuelvo al Tarot!



"Poseedor de un secreto que se devela en el camino y su llave es el primer paso"

¡Vuelvo al Tarot!