Debo decir que siempre me da miedo el invocarte. Que cada vez que siento que una parte de mi mismo se ha quedado atrás y necesita un empujoncito, con la fuerza con que vienes cuesta equilibrar entre el desastre y el sobrevivir. Lo sé es irremediable, todo es cambio, y por más que quiera saltarme el episodio y partir por el final, los principios y todo su desarrollo vienen a sacarme de este seudo estado de ya llegué.
Me duele, y no se por que me he resistido a trabajar conmigo este ultimo rato. Inventándome cosas, enamorándome de una quimera, nuevamente detrás de un sueño, de algo que nunca va a ser, nuevamente esta sensación que se esta al borde de algo grande. Los casi, el casi cineasta, el casi fotógrafo, el casi terapeuta, el casi tarologo, el casi santero, llevo esta colección de cosas a medio hacer, a medio terminar. Este montón de ideas que no se asientan.
Siento aquello que debe transformarse, lo veo, lo quiero hacer. No puedo esperar resultados distintos si hago las mismas cosas.
Por eso lejos de mirarte desde fuera, hoy me atrevo a mirarte desde dentro. no eres tu quien me transforma desde fuera, soy yo quien se transforma desde dentro. No soy un ser que padece situaciones, esto que vivo afuera es sólo el reflejo de lo que yo soy por dentro.
En esto estoy.-
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